23.6.08
El casamiento
Anoche soñé que estaba en la calle, solo, y que me tiraban (¿quién?) botellas de Coca Cola; me tiraban tantas que me escondía en la calle antigua, bajo la tierra que luego sería cemento y me sepultaría para siempre, escondido en las cloacas, gritando sin voz, pidiendo auxilio sin que nadie me escuchara. Anoche soñé que me decías andáte, buscáte otro lugar, era un departamento confortable y me echabas, yo me iba pero me peleaba y apretaba los dientes. Anoche soñé que lo que estaba soñando era una gran historia, soñé que me despertaba y la escribía y que era una gran historia, y que finalmente las palabras fluían y todo encajaba maravillosamente bien. Anoche soñé que me despertaba y me volvía a dormir, y me despertaba y te abrazaba y me volvía a dormir, y vos no me abrazabas. Anoche soñé que me iba al trabajo y que tenía una campera rara, con un gato en el bolsillo, y que había un asiento vacío en el colectivo y una señora que no quería sentarse, y eso me daba mucha bronca. Anoche soñé que te gritaba tanto pero tanto que me angustiaba y a pesar de darme cuenta que estaba soñando no podía evitar el dolor y me iba de la casa cerrando la puerta de un golpe y bajaba las escaleras y bajaba las escaleras y bajaba las escaleras y bajaba las escaleras hasta que me caía en un pozo (me desperté). Anoche soñé que me llamabas al trabajo y te decía "mi amor, mi amor, ¿en serio me querés de nuevo?" y yo estaba alegre, muy alegre, aun sabiendo que era un sueño, y miraba por el balcón y un montón de personas feas me saludaban y yo me ponía a correr por la calle, y me encontraba con una persona que hacía mucho no veía, una ex novia que en realidad no era una ex novia, que no tenía su cara pero que era ella, eso lo sabía en el sueño, y hablábamos como dos personas adultas, nos contábamos nuestras cosas, tomábamos un café, nos despedíamos y volvíamos a nuestros trabajos. Anoche soñé que mi papá se moría y lloraba en el entierro como nunca pensé que iba a llorar, a pesar de saber que estaba soñando; me daba tristeza verlo ahí, tan irreal, pez pescado, fuera del agua, carne muerta, y sin embargo en el sueño nunca lo veía a él, a mi papá muerto. Anoche soñé que me enamoraba de una chica muy linda, que se me hamacaba y se hamacaba y tenía un vestido verde (le daba la luz del sol en la panza), que me decía que me quería, que no, que la muerte no, que la muerte no existía, que la muerte no existía porque ella, que la muerte no existía porque ella iba a estar ahí, que la muerte no existía porque ella iba a estar ahí para decirle a la muerte que no, que no existía porque ella iba a estar ahí; tenía un hijo con esa chica linda, y una hamaca y una pared descascarada y feliz. Anoche soñé que te conocía de nuevo, que de un golpe reescribía nuestra historia, que te pedía que olvidaras un poco, que la vida es una, que es un sendero, que es un camino, no dos ni tres, uno, y que madurar es aprender que el camino es uno, que no pueden ser dos, y que acá está nuestro camino, así que olvidáte un poco, dame la mano, todo puede cambiar. Anoche soñé que me despertaba y que te pedía que te casaras conmigo, para pegar el salto, porque sí, para cambiar por cambiar nomás, para forjar el camino, y entonces me volvía a dormir para despertarme y no soñar más.
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