6.7.08

Silencio

Ahora te quedaste dormidita. Escribo apretando apenas las teclas para que no te despiertes. Lo reto al Mingus, que anda jugando con un cosito por ahí, el muy bochinchero. Hoy fue un día duro para vos, aunque pongas caras de nada y te la aguantes. Te entiendo: a veces uno no vive los momentos hasta tiempo después. Me cuesta imaginar por lo que estás pasando, vos solita en una situación dolorosa. Sí, ya sé, la vida no es tan importante, le damos más valor de la que tiene, sólo somos un gota de río en el océano profundo. Pero qué querés que te diga, debe ser jodido. Me gustaría decirte muchas cosas a la cara, en esos momentos de dolor, pero no me salen. O me salen mal. O me siento torpe cuando te las digo. Por eso te quería escribir este poquito simplemente para decirte que mal que mal yo te quiero mucho, pero en serio, muy en serio. Y que a pesar de que la vida es un caos, en esos momentos donde el amor solamente salva, miráme que yo te miro, sin decir nada, que ya te lo dije todo, en todo lo que hablo y en lo que escribo, que todo está bien entre nosotros, y que la felicidad es un instante, y que en ese instante, guardadas, están tu sonrisa y tus pecas y tus rulitos. Listo, no hago más ruido. Chau.

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